miércoles, 30 de octubre de 2013

A vosotros, queridos "pavos"

Toda persona nace, crece, tropieza, levanta, llora, ríe, aprende, pasa por la infancia, la adolescencia, se hace adulto, llega a la vejez y muere antes o después. En el transcurso de la vida hay una etapa que va aproximadamente desde los 11-12 años hasta los 17-18 (en algunos casos se extiende más) llamada adolescencia. A todos aquellos que estáis en esa etapa, con todo mi cariño, quiero dirigir ésta entrada.


A vosotros, en etapa de crecimiento, de descubrir, reír con locura y llorar de repente, curiosos, activos, rebeldes:
Muchos os llaman insoportables; yo añado un adjetivo: magníficamente insoportables.
No dejéis que nadie os diga que no valéis, pues es tanto lo que valéis que no encuentro nada comparable con ello.

Estáis llenos de inquietudes, de aprendizajes, de sueños, de dudas; y también de momentos y recuerdos maravillosos aunque, no nos engañemos, también momentos tristes en los que os han dado la espalda u os han hecho mucho daño, como un hachazo frío directo al alma.
No os preocupéis, porque eso es parte de la vida misma y no es precisamente fácil. Vosotros, en vuestro camino, aprended y procurad no desesperar porque cuando desesperamos decimos, hacemos y pensamos negativa y pesimistamente.
Aunque ya os haya ocurrido os va a seguir pasando: lloraréis y sufriréis; pero si así es habréis aprendido una lección bien importante y no habréis perdido todo, sino ganado una buena lección para el día de mañana.

Os ofrecen unos cánones de felicidad a veces y con frecuencia erróneos. La felicidad no es tan complicada; consiste en gran parte en aceptarse uno como es, cargando con sus limitaciones y aceptando la vida con lo que te traiga. No es inalcanzable, pero tampoco muy sencilla; seamos sinceros.
Sois libres; tenéis la enorme suerte de decidir con quién ir y, fuera de casa, muchas veces qué hacer. Vais sabiendo ya qué os favorece y qué no. Tened cabeza y no os dejéis comprar por gente que no os quiere y que busca aprovecharse de vosotros. No vendáis vuestra libertad a sustancias, personas o cosas que os pueden esclavizar.

Tenéis un cuerpo fabuloso, precioso, y una sonrisa que vale un montón. Enseñar esa sonrisota y no entreguéis vuestro cuerpo a cualquiera, porque es vuestro y sólo vosotros decidís quién es digno de compartirlo con cariño y sin aprovecharse.
A veces os sentiréis bichos raros. No os preocupéis porque todos somos diferentes y lo normal es ser distinto. En la variedad está el gusto, dicen.
Os encontraréis con personas que os ayudarán, otras con las que congeniaréis a la primera y otras que os parecerán insufribles. Respetad; sed respetuosos siempre y tratad a los demás como os guste que os traten.

Sois grandes concentraciones de ideas y, si lo queréis, de buenos propósitos, No os canséis de dar lo mejor de vosotros mismos y de ser buenos porque en la bondad se encuentra la alegría (y todos queremos ser y estar alegres...). Sed fuertes, conscientes de vuestros límites. Ayudad y perdonad, porque todos necesitamos de ello y todos cometemos errores. Levantaos si os caéis y seguid adelante , porque la vida sigue. Sois maravillosos y podéis hacer cosas maravillosas; que nadie os lo niegue. Cuidad de no perder la cabeza por tonterías y dad siempre lo mejor de vosotros mismos.

Adelante; siempre adelante. Recordad que los dueños de vuestras vidas sois vosotros; no lo olvidéis y disfrutad de la vida, que puede ser realmente grandiosa si la respetamos y la tratamos con cariño.

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